A todos nos han enseñado de que están hechos los diferentes tipos de plástico en el colegio. Es como un mantra: Los plásticos vienen del petróleo. Y partiendo de ese conocimiento tan vago, nos vemos en un momento en que tenemos que reciclar. Es inevitable meter todos los materiales en el mismo saco.
Sucede exactamente igual con la madera o los aceros: Hay muchos tipos y cada uno tiene sus propiedades. Los plásticos son materiales constituidos por una variedad de materiales orgánicos, sintéticos o semi-sintéticos. Su principal propiedad es que son maleables. Y precisamente, esa propiedad es la que le da el nombre: La plasticidad. En su mayoría, efectivamente, son derivados de petroquímicos; es decir, de derivados del petróleo. Sin embargo, podemos encontrar plásticos derivados de fuentes renovables como el Ácido poliláctico (PLA), procedente del almidón del maíz, la yuca o la caña de azúcar.
Existen otros derivados del almidón o de bacterias como los poli-hidroxialcanonatos. Pero si tenemos materiales totalmente renovables, porque los más utilizados son los petroquímicos.
Tipos de plástico según su composición.
Según sus propiedades y composición los diferenciamos:
El Polietileno tereftalato (PET)
Es muy duro y resistente. Suele ser transparente. Lo encontramos normalmente en las botellas de bebida y agua. Después de reciclarse habitualmente se utiliza para la fabricación de fibras para el relleno de sacos de dormir, alfombras, cuerdas… El problema de este nuevo uso es que se divide en fibras muy pequeñas que pueden contaminar el ambiente en forma de micro plásticos.
El Polietileno de alta densidad (HDPE)
Es un tipo de plástico que vemos en envases de leche, de aceites de motor o de detergentes. Este plástico acaba convirtiéndose en contenedores tras su reciclado así como en juguetes.
El cloruro de polivinilo: (PVC)
De todos los tipos de plástico, es el más tóxico cuando se calienta, ya que libera cloro cuando de calienta. En algunos países lo encontramos habitualmente en envases de comida a domicilio. Sin embargo, en la Unión Europea está prohibido para ese uso. Lo encontramos botellas de champú. Después del reciclado se usa en canalizaciones.
El Polietileno de baja densidad (LDPE)
Es el usado en bolsas de plástico. La industria suele desecharlo, pero puede ser trabajado muy bien en iniciativas como Precious Plastic.
El Polipropileno (PP)
Lo encontramos en envases de yogurt, tapas… Termina reciclado en viguetas de plástico o cajas de baterías de automóvil, ya que soporta altas temperaturas.
El Poliestireno o espuma de poliestireno (PS)
Puede ser reciclado aunque requiere de mucha energía. Vasos, cajas para llevar o cubiertos suelen estar fabricados con este material. Usualmente no se reciclan, ya que se desconoce las consecuencias negativas de las sustancias que expulsan durante su reciclado. Por ello, se usan una vez reciclados en la fabricación de herramientas y otros objetos que no requieran de seguridad alimentaria. En los envases, recipientes y otros usos encontramos un código de identificación que nos indica la composición y uso
Una cuestión de economía
De los diversos orígenes de que están hechos los plásticos, los más abundantes son los petroquímicos debido a sus bajos costes de fabricación. De ahí que hayamos sustituido objetos tradicionalmente hechos de metal o vidrios. El precio baja. Las diversas crisis económicas que hemos vivido a lo largo del siglo XX han ido acentuando nuestra tendencia a comprar más barato pese a que lo que compremos dure menos. Nuestro sistema económico está basado en la economía lineal.
Esto, sumado a una cultura de comprar lo nuevo y el acceso a materiales tan baratos han generado una problemática que no existía: La gestión de residuos no orgánicos.